diumenge, 7 d’abril del 2019

Tradicón Culé


El Barça ha ganado 8 de las últimas 11 ligas del campeonato español. Creo que no había mejor realidad con la que empezar. Y algunas las ha ganado con bastantes partidos de antelación y sin tener que vivir las últimas jornadas de liga con la angustia y los nervios propios de no saber qué pasará. El Barça en Liga siempre sabe qué pasará.

El equipo azulgrana presenta una hegemonía en La Liga y ha sido, durante estos últimos años, el rival a batir. Su mayor perseguidor, en estos últimos años, ha sido el Atlético de Madrid, y es que el equipo de Simeone es el perseguidor más cercano en cuanto a puntos que ha tenido en las últimas ligas y es el rival que en mayores apuros ha puesto al Barça. Por otra parte el Madrid, como cuestión de tradición, se despidió de la liga en el mes de marzo por voluntad propia y ahora su lucha anual en la competición doméstica parece que es quedar por encima del Atlético, el mejor equipo de la capital de las últimas ligas.


Ayer se jugó el duelo que podía decidir si la liga ya era culé o si, por otra parte, el Atlético recortaba distancias y complicaba el alirón culé, que está al caer. El Camp Nou, con una entrada de 92.453 espectadores, acogió un auténtico partidazo de emociones, sentimientos, tensión y espectáculo. Los jugadores sabían lo que había en juego y que ese partido era más que 3 puntos. A Diego Costa eso le pasó factura. Corría en minuto 28 cuando una falta propició que el jispano-brasileño se encarara con el árbitro y este lo expulsara por, según el acta, decirle "me cago en tu puta madre, en dos ocasiones".





La expulsión de Diego Costa sin duda condicionó el partido y el Barça pudo obtener el control de balón y de partido que quería. Hasta la expulsión el partido estaba siendo un duelo par y competido, pero con un jugador menos el equipo de Simeone se vio obligado a recular, recomponer líneas, esperar al Barça y salir a las contras. A pesar de eso, hay que destacar que es una de las veces que el Atlético de Madrid ha propuesto mejor juego y fútbol de las últimas visitas. Una vez recuperaban el balón, tanto Koke, como Saúl, como Thomas salían con el balón controlado e intentaban lanzar el contra-ataque, pero si veían que era complicado no les quemaba el balón en los pies e intentaban dormir y tranquilizar el partido con una posesión lo más larga posible dando salidas de juego, con control y cabeza.

Los minutos avanzaban y el 0-0 aún seguía en el marcador, un resultado que ni ayudaba al Atlético a recortar distancias y acercase al liderato, ni al Barça le ayudaba a finiquitar la liga. Hasta que llegó Suárez, en el 85', con la única manera de marcar un gol al muro Oblak. Con una genialidad. El uruguayo se inventó un disparo desde la frontal del área ajustadísimo al palo y que, con la ayuda del bote, se coló en la portería de Oblak. Y si por el lado de los colchoneros vimos como Diego Costa con los sentimientos a flor de piel perdió los papeles por no saber contener sus emociones, Luis Suárez no fue menos. Su celebración fue una de las más sentimentales en lo que lleva en el Barça; se quitó la camiseta, recorrió 20 metros sin dirección alguna y acabo en el suelo solo y con las manos en la cabeza. Puro sentimiento.

Luis Suárez sin camiseta después de marcar el 1-0
El tradicional gol de Messi no podía faltar y, dos minutos más tarde en 87', apareció con otra genialidad y marcó el segundo para hundir al Atlético de Madrid. Messi volvió a ser el jugador más destacado, y es que empezó el partido recibiendo el premio de mejor jugador del mes y mostrándolo a la afición, y siguió con su ritual exhibición de fútbol. Ayer su juego notó la influencia en la zona de la frontal del área donde se gestionaron la mayoría de ataques de equipo.
El argentino se convirtió en el jugador con más victorias de la historia de la Liga con 335 superando a Iker Casillas.
Leo Messi celebrando su gol en el minuto 87 de partido

La hegemonía continúa y otro año más, como si de una rutina anual se tratara, el Barça levantará el trofeo de campeón de Liga. El primero con Messi como capitán. Parece una cuestión de tradición culé. Ahora el equipo centrará todos sus esfuerzos en la Champions. De aquí 3 días se juega la ida de los Cuartos en Old Trafford y el equipo quiere obtener un buen resultado para asegurarse un partido de vuelta tranquilo en el Camp Nou. Los azulgranas, equipo y afición, sueñan con el triplete. Con la Liga en el bolsillo, la final de la Copa y un buen cruce en el sorteo de Champions, el sueño no parece imposible. 

Celbración del gol de Suárez, minuto 85.







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